"Después del gusto viene el disgusto", dice el adagio, y es justamente lo que ha pasado con la película "El señor de los anillos". El productor, Saul Zaentz, acaba de presentar una demanda en contra de la compañía New Line Cinema, reclamando parte de las ganancias. Al parecer, no le tocó la suma establecida en el contrato. ¡Chuzo!
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