La película termina y un héroe triunfa sobre el mal y le da la seguridad al mundo de que siempre estará ahí para protegerlo.

Sin importar si fue de una sala de cine, de un libro, historieta o programa de televisión de donde hayamos sacado a nuestro héroe, la realidad es que siempre lo estamos buscando.

Quizás no tengas que buscarlo más, quizás lo tienes muy cerca, mira un poco más detenidamente a tu alrededor y encuéntralo, porque un superhéroe no es sólo la persona que un buen día recibe poderes especiales o que llega de lejanos planetas para salvar a la humanidad, no; un superhéroe es una persona que no teme a la responsabilidad, sino por el contrario la afronta y la supera.

De la misma forma en que un atleta que rompe un récord mundial, tiene que tratar de mantener esa marca, o mejor aún, superarla, de esta misma forma, cualquier persona que en su trabajo consiga el puesto anhelado o que en su vida logre los sueños que se forjó, debe aprender a cargar y a mejorar lo obtenido. Es decir, entre mayor sea el reto que alguien se plantee, mayor va a ser la satisfacción al conseguirlo.

Tal vez los superhéroes de nuestra imaginación existan y algún día nos salven de amenazas de otros mundos, pero mientras nuestros problemas diarios puedan ser resueltos por nosotros, debemos tratar de encontrar en nuestro interior el superhéroe que el país necesita y que sin duda el mundo agradecería. Búscalo en ti. ¿Estás listo?... entonces idemuéstralo!