El sol y la constante lluvia provocan cambios en la piel y, especialmente, en los labios. Para conservarlos suaves y hermosos, siga lo que le indicamos:
No se los humedezca con la lengua. Eso es lo que hacemos la mayoría de las veces, pero sólo sirve para empeorar la situación, pues al desaparecer la saliva, se va también la poca humedad que ya tenían los labios. Beba mucho líquido para evitar que la piel y el cutis se resequen. Tome vitaminas. Según los especialistas, la falta de hierro y vitaminas del Complejo B, pueden influir en la aparición de la resequedad.
Después de estos consejos, ojalá sus labios queden listos para reír y besar sin problemas.
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