Deleitarse con un chicheme seguramente es para más de tres panameños una experiencia sin igual, pero, ¿cuáles historias humanas se escriben detrás de aquellos vasos de maíz molido, leche y azúcar?

Una de ellas es la de el señor Enrique Ortega, quien tiene unos diez años dedicándose a la labor de preparar y vender esa bebida.

MAS QUE UNA OCUPACION, UN ARTE

Con su moto marca Kitomi va por las calles de las comunidades de Santa Librada, Cerro Batea y San Isidro, con su producto. Mientras avanza en el camino, con la frase melódica "Chicheme con coco, chicheme", va anunciando a los residentes que ha llegado.

"Cada día, lleno dos tanques de chicheme y en el día los logro vender completamente. Con eso gano unos B/110", dijo.

El vendedor no solamente ofrece chicheme. También comercializa empanadas y dulces.

EL PROCEDIMIENTO

Su faena se inicia a las 4:00 a.m., cuando con la ayuda de su esposa, enciende el fogón para la coción del maíz. Luego le añade las frutas, leche, canela y coco rayado.

Con eso, la bebida, está lista y caliente para ir directamente al paladar de sus clientes.

SUS PRIMEROS PININOS

La razón que llevó al señor Ortega a dedicarse a la venta de chichemes, es parecida a la de otras historias: La necesidad de trabajar, pues su situación económica no era favorable.

Sin embargo, según manifestó el entrevistado, la diferencia radicó en que nadie le enseñó lo que necesitaba saber (en este caso la preparación del chicheme), para emprender su negocio.

Hoy, a diez años de su primer día de trabajo como vendedor de chichemes, lo recuerda como si fuera ayer. "Aunque tuve que aprender yo mismo, salí aquel día con mi tanque y mi bicicleta a vender, y lo logré", concluyó.

"Siempre hay trabajo, sólo se necesita tener perseverancia", aseguró Ortega.

PARA PEDIDOS

Si desea probar chicheme de "Cristo Vive", puede localizarlo en las calles de Santa Librada, San Isidro, Cerro Batea o localizarlo al 6044-1857.