Dolor. Eso era lo que se percibía en la Iglesia Cuadrangular de Quebrada Ancha, en el corregimiento de Buena Vista, donde familiares y amigos despidieron a los cinco miembros de una misma familia que murieron en el trágico accidente del pasado sábado, en Nuevo San Juan, donde una mula chocó contra una parada.

Leira Borbúa, con un brazo fracturado, sobreviviente de este accidente, junto a su esposo Javier Ríos, estuvo en el sepelio, y sus gritos de dolor conmovían hasta a los insensibles.

Esta mujer, que viajaba esa madrugada en la mula que conducía su esposo Javier, perdió a su hijo de 11 años, Rafael Antonio González; a sus sobrinos Dalyanis, de 3 años, y José Antonio Espinoza, de 13; a su hermana Liseika Borbúa y a su cuñado Ariel Gómez.