Aprendizaje

El bilingüismo y su influencia


Mgtr. Ramiro Campos -

Uno de los grandes retos de la Fonoaudiología moderna es el abordaje de niños bilingües, y cuando hablo de bilingües no es solo el usuario que habla ingles y español , es el niño que habla dialecto y español. Nunca es demasiado pronto o demasiado tarde para aprender un nuevo idioma.

Parece que esa facilidad para aprender otro idioma, además del estímulo materno, se debe, según los expertos, a que en los primeros años de la infancia se desarrollan determinadas zonas del cerebro fundamentales en el aprendizaje lingüístico que facilitan las habilidades de contraste desarrollando en los niños un oído fonético fonológico.

Algunos estudios demuestran que el niño que habla dos idiomas desarrolla más rápido ciertas destrezas como la atención selectiva, una habilidad para concentrarse en detalles importantes y no hacer caso a la información confusa o que le distrae.

Una persona bilingüe es aquella que puede entender, comunicarse y expresarse de una forma clara, perfecta y precisa, en dos idiomas distintos. Si esta persona hace lo mismo con más de dos idiomas se la denomina plurilingüe.

El bilingüismo es una realidad en muchas familias.

Alerta

Aunque el bilingüismo puede contribuir a fortalecer algunas destrezas cognoscitivas específicas de algunos niños, no se debe tomar como un indicador general de mayor inteligencia o como factor de predicción de desempeño académico de alta calidad.

¿Crea confusión?

Muchos padres se preocupan porque sus niños experimenten confusión debido a la exposición a dos idiomas. Algunos piensan que puede haber retraso lingüístico, pero se sugiere que la confusión se podría evitar utilizando el enfoque conocido como “un padre, una lengua” en la crianza bilingüe, donde cada progenitor utiliza solo una de las lenguas con el niño y ambos se abstienen de utilizar dos lenguas en la misma conversación.

Las investigaciones indican que la capacidad de intercambiar entre las lenguas, a lo cual se le llama algunas veces cambio de código, es una señal del dominio de dos sistemas lingüísticos y no una señal de confusión lingüística, y que niños de tan temprana edad como dos años son capaces de cambiar entre códigos de manera socialmente apropiada.

Las investigaciones también demuestran que muchos niños bilingües, cuyo desarrollo sigue un curso normal, mezclan sus dos lenguas y que el tipo y la cantidad de cambios de código dependen de factores ambientales, como con cuánta frecuencia los padres o la comunidad en general cambian de código.

Con respecto a la efectividad del enfoque “un padre, una lengua,” existe evidencia de que puede conducir al desarrollo de competencia activa de los niños en dos lenguas, pero también puede resultar en bilingüismo pasivo.

Pasivos

Entienden las dos, pero solo hablan una

Los bilingües pasivos son los que emplean la lengua con el estatus más alto en la comunidad en general. Es una opción, pero los padres no deben temer que haya confusión lingüística si escogen otro enfoque, como por ejemplo utilizar solo la lengua que menos se habla en casa o utilizar ambas lenguas en los mismos contextos.