Desamparados


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En la humilde residencia, vivían tres personas adultas y dos menores de edad.

Fotos: Leonardo Machuca

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Leonardo Machuca / Bocas del Toro - DIAaDIA

Esteban Casco no podía creer lo que veía, 28 años de esfuerzo se convirtieron en cenizas, en cuestión de minutos, luego de que un incendio ocurrido ayer en horas del mediodía, en su vivienda -la número 14310 de color amarilla, situada en Finca 64, corregimiento de Changuinola, provincia de Bocas del Toro-, la consumiera en su totalidad.

Casco explicó que estaba en su cuarto cuando escuchó un extraño sonido en la otra habitación, y al asomarse, observó que el colchón estaba ardiendo, ”intenté apagarlo tirándole agua con una vasija, pero rápidamente me di cuenta de que no podría y entonces pensé en sacar de la casa a mi hijo de dos años que veía televisión en la sala.

Al agarrar a su pequeño entre los brazos para salir, y ya en la puerta, don Esteban se acordó de que la llave se encontraba en un pantalón que estaba en el cuarto, regresó a buscarla, y al intentar llegar nuevamente a la puerta, para su asombro, la candela le había ganado la carrera.

Entonces, nuevamente utilizó la vasija para tirar agua y en un momento que logró bajar la intensidad del fuego, abrazó al niño y pasó de espalda al fuego, pero aun así no pudo evitar que la candela lo alcanzara y le quemara la parte trasera de la cabeza y parte del brazo derecho, mientras, el niño resultó ileso.

Al llegar los bomberos, fue poco lo que pudieron hacer, pues el fuego ya se había expandido por toda la vivienda, dijo Sebastián Castillo, teniente de los bomberos en Changuinola. Agregó que debido a que el carro tanque está dañado, pidieron refuerzos al Cuartel de Bomberos de Guabito, situado a unos 20 kilómetros del lugar del siniestro.

Castillo aseguró que en estos momentos no se puede decir qué provocó el incendio.

 
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