EMBARAZO PRECOZ
Inmadurez o falta de orientación
Mensualmente, en San Miguelito salen 800 a mil casos de adolescentes embarazadas.

Didier Hernán Gil | DIAaDIA

Es preocupante. Por un momento de placer, acechado por la ignorancia o falta de información en materia de salud sexual y reproductiva, muchas han sido las metas frustradas de las adolescentes panameñas.

Según el censo del año 2000, la población de adolescentes entre los 10 y 19 años fue de 555 mil 94 jóvenes, lo que equivale al 19.5% de la población panameña. De ellos, 277 mil 47 son adolescentes femeninas. De toda la población adolescente femenina, el año del censo nacieron 30 mil 723 niños y niñas. Esta cifra constituye el 20% de los nacimientos anuales en Panamá.

EDUCACION A LA DERIVA

Al investigar la situación de las adolescentes embarazadas en las escuelas oficiales del país, buscamos la versión del Ministerio de Educación; sin embargo, se nos informó que sólo había una persona autorizada para dar esa información y la misma se encontraba de licencia.

Consultamos al Departamento de Estadísticas del MEDUC y tuvimos acceso a esas cifras, las cuales indican que en el año 2003 un total de 27 niñas de escuelas primarias salieron embarazadas en todo el país, de ellas 3 estaban en tercer grado, 2 en cuarto, 7 en quinto y 15 en sexto grado. La edad de incidencia de estos casos oscila entre jóvenes de 14 años.

Por su parte, se registraron 590 casos en las alumnas de educación media y pre-media. Curiosamente, las cifras coinciden en aumentar el número de casos cuando se da un cambio de nivel, 24 estaban en 7º; 54 en 8º y 93 en el 9º grado. En IV año salieron embarazadas 82, 164 en quinto año y 173 en sexto año.

SAN MIGUELITO EN ALERTA

A juicio de Jimmy Portugal, coordinador de actividades educativas de APLAFA, en los últimos años los datos estadísticos reflejan que de cada 100 nacimientos, 20 son de adolescentes a nivel nacional.

Dijo que en los colegios del Distrito Especial los casos de adolescentes embarazadas han aumentado y aún es notoria la discriminación hacia ellas, a pesar de que existe la Ley 29 del 13 de junio de 2002, que garantiza la salud y educación de las muchachas embarazadas. Razón por la cual, el 60% de ellas se retira de las aulas de clases.

Portugal señaló que aunque APLAFA ya no tiene el programa de madres adolescentes, en otrora fue gestora, pero ahora es responsabilidad del Ministerio de Salud; no obstante, se les brinda la atención no como un programa, sino una atención individualizada.

¿Y EL VARON QUE?

Por otro lado, Portugal expresó que una de las iniciativas de APLAFA como punta de lanza es incorporar a los programas de salud la participación del hombre. Dijo que es algo nunca antes visto, pero muy halagador ver a las parejas llegar a APLAFA empezando así a compartir responsabilidades. "Ellos tienen derecho de saber qué es lo que está pasando con su hijo, con su pareja", recalcó, pero a nivel psicológico todavía hay hombres que no asumen la paternidad, pero sí se está aceptando.

Hay que descartar la mentalidad de que el hombre ante el embarazo de su pareja y el mantenimiento de su hijo sólo es para aportar económicamente, también requiere de afecto, cariño y más allá.

UNA BUENA INICIATIVA

Las oficinas de APLAFA, en San Miguelito, pronto serán reestructuradas para establecer una clínica de servicios amigables; es decir, una sala para atender a la población de jóvenes con profesionales de salud, todos jóvenes, para que haya más privacidad. La idea es tener una clínica especializada, donde el personal de salud esté capacitado y sensibilizado en temas de adolescencias.

OJO AL CRISTO

El informe acumulativo de la situación de SIDA en Panamá del Ministerio de Salud indicó que de 1984 a 2003 se registraron 85 casos de SIDA en jóvenes de 10 a 19 años; 51 en hombres y 34 chicas. Mientras que las cifras de defunciones revelaron que fallecieron 59 jóvenes, 36 adolescentes hombres y 23 mujeres.

UNA PIEDRA EN EL CAMINO

Por su parte, María Victoria Henríquez, directora nacional de la Promoción de la Salud, manifestó que entre las consecuencias biológicas que podría padecer una adolescente al quedar embarazada están: sufrir de presión alta, complicaciones en el parto o partos prematuros, niños con poco peso y enfermizos.

En lo emocional podría enfrentar depresión, dependencia económica, sensación de soledad, deserción escolar y hasta intento de suicidio. Mientras que socialmente puede sufrir: agresión física o verbal, ser expulsada del hogar, amenazas de quitarle el hijo, inestabilidad o abandono en la relación de pareja, incapacidad para completar su educación , serios problemas socioeconómicos y, en muchos casos, la pérdida de su grupo de amigos.

Henríquez dijo que los adolescentes, no sólo deben evitar embarazos no deseados, sino también aislar enfermedades de trasmisión sexual. Todos tenemos derecho a ser seres humanos productivos, no somos asexuados, pero tenemos que usarla plenamente, con responsabilidad.

NO COMPROMETAS TU FUTURO

Para evitar un embarazo no deseado se pueden tomar dos caminos: la abstinencia sexual; es decir, posponer las relaciones sexuales hasta que se esté preparado para enfrentar riesgos y la otra alternativa es que si decides tener relaciones sexuales, debes hacerlo responsablemente y cuidarte con un método anticonceptivo.

Es necesario estar informado sobre temas de salud sexual y reproductiva, comentar y aclarar dudas con tus padres, familiares y personas capacitadas.

¿SABIAS QUE?

  • En América Latina, el 50% de los adolescentes menores de 17 años son activos sexualmente.

  • Sólo uno de cada 10 adolescentes solteros y sexualmente activos usan métodos anticonceptivos.

  • Se calcula que cada año más de 3 millones de adolescentes latinos llevan a cabo un embarazo a término.

  • Cada año nacen 2 millones de niños y niñas de madres adolescentes.

  • Las niñas entre 10 y 14 años tienen cinco veces mayores probabilidades de perder la vida a raíz de los embarazos, que las mujeres de 20 a 24 años.

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