Duele amar a alguien y no ser correspondidos. Pero lo que es más doloroso es amar a alguien y nunca encontrar el valor para decirle a esa persona lo que sientes. Una de las cosas más tristes de la vida es cuando conoces a alguien que significa todo y al final tienes que darte cuenta de que no era para ti y lo tienes que dejar ir.
Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra puerta se abre, pero... algunas veces miramos tanto tiempo aquella que se cerró, que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros.
Darle a alguien todo tu amor no es un seguro de que te amará, pero no esperes sólo a que amen, espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona y si no crece, sé feliz igualmente porque creció en el tuyo.
Nunca diga adiós si todavía quieres tratar. Nunca le digas a una persona que ya no la amas, si no puedes dejarla ir. El amor llega a aquel que espera, aunque lo hayan decepcionado. A aquel que aún cree, aunque haya sido traicionado.
A aquel que todavía necesite amar, aunque antes haya sido lastimado.
El principio del amor es dejar que aquellos que conocemos sean ellos mismos y no tratar de voltearlos con nuestra propia imagen, porque entonces sólo amaremos el reflejo de nosotros mismos en ellos.
·No vayas por las riquezas, porque aun eso se pierde. Ve por alguien que te haga sonreír, porque toma tan sólo una sonrisa, para hacer que un día obscuro brille.
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