Porfirio Duarte no conoce la palabra desempleo. Este señor de 45 años, dice que desde que tenía 7 empezó a dedicarse a la buhonería. En su negocio, ubicado en la calle 17 Santa Ana, se trabaja las 24 horas. De día Porfirio atiende su puesto hasta las 7: 00 de la noche y, posteriormente, otro ayudante le hace el turno de noche.

Vende desde cigarrillos, pastillas, antenas de televisor y todo tipo de "checheritos". Sus ganancias son buenas, aunque muchas veces eso es relativo, hay días buenos y malos, como dice él; sin embargo, los fines de semana son más movidos.

Vive en Parque Lefevre con sus hijos y su esposa. Su puesto representa por ahora su trabajo.

"En mí no cabe la palabra desempleo, porque éste es un país donde hay libertad para trabajar, porque ser empleado no es solamente ser esclavo de otro o del Estado, sino autoemplearse y buscar la fórmula para sobrevivir", dijo.

Este señor es, sin duda alguna, un vivo ejemplo de que se puede conseguir un trabajo, pese a la difícil situación que impera en nuestro país.

OPTIMISTA

No le da pena ser buhonero, muy por el contrario, se siente orgulloso de tener trabajo y ayudar en su casa.