Ya no reciben clases en escuelas de pencas o que estén feas. Esa es la satisfacción que tienen los niños que asisten a la escuela Llano Cartí, ubicada en Chepo, y la escuela Sansón Arriba en Darién.
En la primera, miembros del voluntariado coorporativo de Elektra Noreste pintaron y realizaron trabajos eléctricos internos. Además, instalaron luminarias externas que benefician a unas 50 familias indígenas con 23 niños. En tanto, en la escuela Sansón Arriba se reemplazó por completo la vieja escuela y ahora tienen una escuelita digna. Por años fue una escuela multigrados.
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