Para la historia. Como en toda fiesta, no podían faltar los niños, y en el recibimiento de Irving Saladino el entusiasmo reflejado en estos rostros angelicales no fue la excepción.

Fueron ellos los que, a pesar de la fuerte lluvia, corrieron tras el auto donde se encontraba el campeón, para darle la bienvenida. Irving... Irving... Irving, fue el grito de bienvenida que prepararon los infantes.

Pusieron la alegría, las imágenes pintorescas, el colorido, su comportamiento inquieto, y ese toque mágico de fervor patriótico que nos hace orgullosos de ser panameños.

"Yo lo he visto saltar, es un gran atleta. Él ha hecho que la gente de nuestro país se sienta feliz y contenta. Esta es la primera vez que Panamá gana una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos y no podíamos pasar por alto este momento, expresó el niño Jorge Arias de 10 años de edad, quien junto a su hermano Diego y su madre Raquel Reyes acudieron a las escalinatas del edificio de la Administración del Canal para darle la bienvenida a Saladino.

Ninguno de los niños y adolescentes que acudieron a esta gran cita quería dejar pasar este grato momento; muy felices portaban banderas panameñas, llaveros, fotos con las imágenes de Saladino y todo cuanto fuera necesario para guardar un recuerdo de esta fecha.

Fue un día inolvidable, histórico e indescriptible, el que vivieron estos niños. "Saltar como lo hace Saladino, es muy difícil, ahora sólo queda seguir el ejemplo y practicar deportes para mantenernos alejados de los malos caminos", aseguró el chico Aldo Jirón.