Félix llegó desde Colón para ver al campeón olímpico. (Foto: Adriano Duff y Alejandro Méndez / EPASA)
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
Todo en orden. Estar en una silla de ruedas no fue impedimento para que el señor Félix Díaz Rangel viajara desde Colón al edificio de la Administración del Canal para recibir a su compatriota Irving Saladino Aranda.
"Vine con mi hermano, estoy muy orgulloso y muy contento por la medalla de oro que Irving ganó para Colón y para Panamá, nadie se lo ganará, ¡viva Saladino!", expresó.
Y es que así fue, de todas partes llegaron personas a esperarlo. Situación por la que decenas de panameños aprovecharon para ganar algo de dinero vendiendo comidas u objetos alusivos al campeón de la medalla de oro de salto largo.
Uno de ellos fue René Ábrego, quien reside en Chepo, y desde las 6:00 a.m. se instaló para vender fotografías de los mejores momentos de Irving. "Me siento orgulloso de que fue primera vez que Panamá se ganó una medalla de oro. La gente está apoyando a Saladino y también está comprando fotos", expresó. Las fotos costaban un dólar.
SEGURIDAD
En tanto, un despliegue policial se hizo presente a lo largo de la ruta para que el campeón olímpico saludara al pueblo panameño que se abocó a las calles a recibirlo.
Pero la multitud atraía también a "los dueños de lo ajeno", quienes aprovechaban para llevarse más que un recuerdo del histórico momento. Los carteristas se dieron banquete.
Personal del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), Cruz Roja, ministerio de Salud y Bomberos estaban desplegados por todos lados y aunque afortunadamente no hubo incidentes mayores, sí se dieron casos de deshidratación, sofocación y algunos niños golpeados mientras jugaban.
Luis Francisco Sucre, director del SINAPROC, explicó que por lo temprano que llegaron a las escalinatas del edificio de la Administración del Canal, algunos, especialmente niños, debido a la poca ingesta de alimentos, el sol y la sofocación presentaron desmayos, pero tan pronto sucedieron fueron atendidos, por lo que se mantuvieron en el área para seguir el festejo.
Dijo que unas 140 unidades apoyaron el evento.
APROVECHARON
En la Ave. Frangipani, frente al estadio J. D. Arosemena, menores de edad robaban a conductores que no podían pasar por el agua empozada.