A ganar. Nunca ha sucedido que el rey vigente del salto largo sea bajado de su trono en su primera defensa desde que los Mundiales de Atletismo, tal y como los conocemos hoy, entraron en vigencia en 1983.
El norteamericano Carl Lewis -cuyo privilegio de ser llamado el mejor atleta de la historia es seriamente amenazado por el jamaicano Usain Bolt- conquistó su primer título de salto de longitud en Helsinki 1983, y luego, lo revalidó en la segunda edición de 1987, en Roma; el récordman Mike Powell, doble campeón (1991-1993); el soberbio Iván Pedroso, cuatro veces monarca universal de forma consecutiva, y Dwight Phillips, ganador en París'03 y Helsinkin'05; cumplieron también con el libreto de la exitosa "primera defensa".
Hoy, cuando toque el turno al colonense Irving Saladino de hacerlo, esperamos que no sea la excepción y retenga lo que tanto le costó ganar en Osaka'07. De no hacerlo, su reinado sería el más corto de la historia.
Altas expectativas. La final del salto largo ha levantado altas expectativas, por la calidad de brincos esta temporada.
Phillips, que hoy podría convertirse en el primer "jumper" que recupera el cetro mundial tras haberlo perdido, se presentará a la fosa de arena del Estadio Olímpico de Berlín con la mejor marca de la temporada y de los últimos 15 años (8,74).
Además, el pasado jueves el saltador estadounidense, que basa su fortaleza en la velocidad explosiva, cayó sobre los 8,44, el "perfomance" más sobresaliente de la ronda eliminatoria.
Pero para Saladino, que avanzó a la final con un modesto 8,16, lo del jueves no importa. A su criterio, es hoy cuando hay que demostrar de qué se está hecho.
"Lo que hay que mostrar hay que mostrarlo el sábado (hoy)", comentó a la prensa internacional el colonense.
COMPETENCIA
La prueba de salto de longitud es a las 11:00 a.m. de Panamá, que en Berlín son las 6:00 p.m.