¿Por qué no morí yo?". Para Segunda Ortega, volver a la escena donde su nieto Francisco Javier Rodríguez Quintero, de tan solo 17 años perdiera la vida dentro del bus de Las Garzas -La Doña, el pasado jueves 13, fue muy doloroso.

Ella volvió ayer para pintar uno de los 25 corazones azules en el lugar donde 24 de sus vecinos y su nieto dejaron la vida en el frío pavimento aquella terrorífica noche.

Con una fortaleza sobrehumana, la anciana se mantenía sollozando de pie junto a los padres de su nieto, quienes pintaban un corazón azul en memoria del joven que partió violentamente de este mundo.

"Volver a este lugar no me hace bien, porque me parece que perdí mi corazón aquella noche, mi nieto me hace mucha falta", dijo Segunda muy adolorida.

Con cada brochazo que daban los padres de Francisco, la abuela sentía que era ella la que tenía que haber muerto ese día, porque su nieto apenas estaba empezando a vivir.

Al igual que Segunda, los familiares de las demás víctimas llegaron al sitio que le trae malos recuerdos para enfatizar un llamado de atención a la ciudadanía frente a los accidente en el sector transporte, pintando 25 corazones de color azul.

El dolor era evidente, pues al ver cómo lloraba Mary de Vergara, esposa del conductor del bus Euclides Vergara, le partía el alma hasta la persona más indolente.

Sus gritos desgarradores al pronunciar los nombres de sus hijos Yariela y Rolando, que perdieron la vida junto a su padre, retumbaron como un gran trueno.

Mientras amigos y familiares la consolaban, sacó fuerzas de donde no las tenía, tomó la brocha y empezó a pintar corazones bajo un cielo nublado.

En el lugar fueron pintados 25 corazones, uno más de las 24 personas fallecidas en el bus de Las Garzas-La Doña, porque en ese mismo sector una señora que era trasladada en una ambulancia perdió la vida cuando un taxi los chocó.

Como un ángel consolador, David Ramírez, del Movimiento 23 de Octubre, les dijo a los familiares de los fallecidos que entendía su dolor, porque eran "hermanos de penas".

Con un lacerante discurso, Ramírez instó a las autoridades para que esta tragedia no quede sólo en operativos de tres meses, que no arrojan nada positivo.

CORAZONES

En todo el país se han pintado unos 120 corazones azules para recordar a las víctimas de accidentes.