La campeona olímpica de tenis, Justine Henin-Hardenne, jugó al escondite con sus seguidores ayer en el aeropuerto de Bruselas, a su regreso a Bélgica, al día siguiente de su victoria sobre la francesa Amélie Mauresmo. Pese a que un centenar de admiradores había ido a esperarla, Justine desapareció después de haber abandonado al resto de los pasajeros a su salida del aparato.
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