Si es usted una de esas personas que siente haber perdido la batalla contra el cigarrillo, no se deprima. Aunque usted no lo crea, todavía le quedan recursos, y uno de ellos es el agua y el oxígeno. Sí el agua, aquí le diremos qué hacer con ella.
Empiece el día con 2 vasos con agua, bebiéndolos lentamente, y luego 6 minutos de respiración profunda. Esto ayuda a diluir la nicotina y otras sustancias de su organismo. Cada vez que tenga ganas de fumar, beba agua a sorbos, despacio. Respire hondo, manteniendo el aire. Simule que fuma aspirando y soplando, usando un bolígrafo o alguna boquilla. Lleve una alimentación sana y natural. Muchos zumos, frutas, verduras. Evite estimulantes. Dedique tiempo a las comidas y coma con calma.
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