Es admirable, pues a su corta edad es una negociante intrépida. Nos referimos a Marisol Pérez, quien tiene 12 años de edad y se dedica a la venta de vistosas muñecas empolleradas o muñecas con vestimenta de las indígenas kunas.
Su campo de acción, mejor dicho, su puesto de venta ambulante es el Paseo Esteban Huertas del Casco Viejo en San Felipe.
Allí, en la esquina de un muro, tiene un montón de esas singulares muñecas, las cuales son vendidas a B/.10.00. cada una.
Marisol contó que ella misma confecciona las muñecas y para hacer una de ellas le toma hasta tres días, y dijo que fue su abuela quien le enseñó a hacer las mismas. Añadió que vende más de 10 muñecas al día, pero hay días que el negocio es muy lento.
Marisol estudia en el Instituto Bolívar, y dentro de sus anécdotas más especiales es que ha tenido que aprenderse frases de todos los idiomas para poder vender sus muñecas.
Esta singular buhonera es muy sencilla, alegre y muy parlante, una actitud que da visos de ser una negociante con un futuro muy prometedor.
META
Marisol aún no tiene una carrera fija para estudiar, pero quiere surgir para ayudar a sus familiares.
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