Tenía tres días de haber llegado a Panamá. Uriel López, de 37 años, falleció desangrado en la casa A-03 en calle 96 de San Francisco.

El colombiano había alquilado la casa, pues era el representante legal de una compañía dedicada a la limpieza de autos.

A pesar de que estaba hospedado en un hotel, decidió quedarse en la casa para cuidar la mercancía que llegó un día antes y que había sido objeto de un allanamiento, pero no pasó nada porque todo estaba legal, dijo uno de los socios del fallecido.

López tenía una herida con arma blanca en una de sus piernas y se presume que fue víctima de los ladrones, pues la ventana principal de la casa estaba violentada.