SIN HÁBITAT


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Su hábitat ha sido destruido y se han adaptado. Los cables eléctricos son su dormitorio.

Foto: Roberto Barrios

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    Su hábitat ha sido destruido y se han adaptado. Los cables eléctricos son su dormitorio.

    Foto: Roberto Barrios

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    Los talingos son depredadores de otras especies. Buscan entre la basura del parque alimentos para sobrevivir.

    Foto: Roberto Barrio

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    Coyote en busca de nuevo hábitat.

    Foto: Cortesía

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    Se preparan jaulas para atrapar estas especies y trasladarlas a otros sitios.Foto: Cortesía

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    Los talingos son depredadores de otras especies. Buscan entre la basura del parque alimentos para sobrevivir.

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    Coyote en busca de nuevo hábitat.

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    Se preparan jaulas para atrapar estas especies y trasladarlas a otros sitios.Foto: Cortesía

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    Los talingos son depredadores de otras especies. Buscan entre la basura del parque alimentos para sobrevivir.

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    Coyote en busca de nuevo hábitat.

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    Se preparan jaulas para atrapar estas especies y trasladarlas a otros sitios.Foto: Cortesía

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    Su hábitat ha sido destruido y se han adaptado. Los cables eléctricos son su dormitorio.

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    Los talingos son depredadores de otras especies. Buscan entre la basura del parque alimentos para sobrevivir.

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    Coyote en busca de nuevo hábitat.

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    Se preparan jaulas para atrapar estas especies y trasladarlas a otros sitios.Foto: Cortesía

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    Su hábitat ha sido destruido y se han adaptado. Los cables eléctricos son su dormitorio.

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    Los talingos son depredadores de otras especies. Buscan entre la basura del parque alimentos para sobrevivir.

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    Se preparan jaulas para atrapar estas especies y trasladarlas a otros sitios.Foto: Cortesía

Odalis Orozco - DIAaDIA

Se adaptan a la ciudad. Son cuatro especies de animales que debido a diversos factores (destrucción de su hábitat para la construcción de edificios y carreteras), su hogar es la ciudad. Ellas han tenido que adaptarse a vivir en los tejados de las casas, edificios y en árboles, ubicados en las aceras e islotes de las avenidas. Para muchos, su descanso es un tendido eléctrico. Pero el crecimiento de cada una de estas especies causa algunos inconvenientes a los seres humanos, como enfermedades, y por esto son considerados un riesgo a la salud pública.

Estas especies son los talingos, los coyotes, los murciélagos y las palomas.

A los coyotes los pobladores les temen por los ataques a sus animales de cría: ganado y aves de corral, explicó la bióloga técnica Carmen Medina, del Departamento de Vida Silvestre de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM).

Se trasladan por alimentos y territorio

Los coyotes, una especie no originaria de Panamá, sino de Norteamérica y Centroamérica, ahora se han cruzado a las cuencas hidrográficas del Canal de Panamá.

La mayor preocupación que ocasionan es en el área de Azuero, donde los pobladores de estos sitios temen por las crías de ganado y aves de corral, que son cazadas por los coyotes. Desde los años 80 se observaron por primera vez en el país. Hace unos dos años se estima que cruzaron el Canal, para seguir expandiendo su territorio. Se ha observado en algunos lugares, como en el Parque Soberanía, y cerca del Parque Chagres, señaló la bióloga Medina.

Ante el aumento de las áreas urbanizadas, falta de árboles o sitios donde habitar, los murciélagos (Chiroptera, según orden taxonómico, porque son muchas sus especies) han encontrado en los tejados de los edificios y residencias su hábitat perfecto. Son especies propias del país. No obstante, se han presentado quejas de su presencia en diversos lugares como centros educativos, instalaciones de salud, entre otros. También sus excretas causan ciertos alergias a las personas.

Su futuro

Ante la problemática que causa la proliferación de estas especies, diferentes instituciones como: Ministerio de Educación (Meduca), Ministerio de Salud (MINSA), Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), Universidad de Panamá (UP), Caja de Seguro Social, Municipio de Panamá, el Cuerpo de Bomberos y la Autoridad Nacional del Ambiente se han unido con el propósito de elaborar un protocolo de manejo y control de estas especies.

Medina indicó que esta institución ha retomado una iniciativa que desde el 2009 fue impulsada por el Meduca, donde se evaluó el protocolo de las palomas y los murciélagos; sin embargo, adquirió mayor énfasis en el peligro de las fibras de vidrio.

Por el momento, se han hecho adecuaciones de algunas infraestructuras para evitar la permanencia de estas y otras especies en los recintos.

Con la sobrepoblación de las aves también se estudia, pero aún no es aprobado, quelos granos de maíz se mezcle con una sustancia aprobada en otros países, para que los huevos de las palomas o talingos sean frágiles y no prosperen. Pero se tienen que hacer evaluaciones, de uso y control de ese maíz.

 
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