JOHNNY RODRIGUEZ
Al bate contra la pobreza
Rodríguez no decansará hasta sacar a toda su familia de Curundú. (Foto: Edward Santos / EPASA)

Elisinio González G. | DIAaDIA

Allí estaba él, mirando a lo lejos... Con sus ojos puestos en ese estadio lleno de historia, llamado Juan Demóstenes Arosemena.

Al parecer, nada podía interrumpir que este niño de apenas 14 años soñara... soñara con algún día jugar en las Grandes Ligas y acabar de una vez por todas con la pobreza que embarga su familia.

De repente, su mirada cambió de objetivo al vernos llegar y ese sueño, en un abrir y cerrar de ojos, desapareció.

"HOLA, ¿COMO ESTAN?"

Fueron las primeras palabras de Johnny Rodríguez, ese niño que con mucho coraje y garra se trepó al "potro indomable" el pasado sábado en Taylor Michigan, para darle el Título Mundial de las Pequeñas Ligas a Panamá y Latinoamérica.

PASOS DIFICILES

En el momento de nuestra llegada, Johnny se encontraba acompañando a su abuela Viodelda Esther Reina, quien tiene un pequeño puesto de frutas en Curundú, sector "S".

"Mi nieto siempre me acompaña y muchas veces me ayuda. Le doy gracias a Dios por tener un nieto tan maravilloso", dijo.

Sin vacilar, le preguntamos a Johnny dónde vivía y éste no tomó ningún segundo para enseñarnos el camino lleno de obstáculos que ha tenido que lidiar en su corta vida.

Nuestros pasos, al igual que los de Johnny, eran custodiados por las miradas que traspasaban por los orificios de las paredes de madera que estaban a un lado de la vereda.

"No es fácil vivir aquí. Hay mucha balacera y el peligro ronda a cada segundo", comentó el chiquillo, mientras avanzábamos.

"Bienvenidos, están en su casa".

Era el líder de la familia, de igual nombre que Johnny, que no dudó en contarnos lo duro que ha sido criar a su pequeño en un ambiente tan difícil.

RETOS Y MAS RETOS

"Este es un barrio caliente. Aquí nadie se deja de nadie y si tienen que pelear, pelean", comentó Rodríguez padre.

"Mi esposa y yo hemos mantenido a Johnny siempre alejado de las malas influencias... él mejor se va a entrenar al estadio, a lanzar algunas bolas conmigo o se mantiene ocupado ayudando a su abuela en el puesto de frutas", agregó.

El padre de Johnny hizo una pausa... se llevó las manos a la cabeza para detallar algunas de las peripecias que tiene que hacer para buscar el sustento de cada día.

"Yo soy un padre que estoy desempleado, al igual que mi esposa. A veces manejo taxi y esta es la única forma que puedo aportar algo. Mi suegra, con la venta de sus frutas, es la que más nos ayuda con el sustento. Pero ahí vamos, siempre luchando para darle un mejor futuro a nuestros hijos", expresó.

EL SUEñO DE SU VIDA

Un abrazo lleno de amor por parte de Johnny, pusieron un punto feliz a las palabras de su padre, mientras éste correspondía de igual manera.

"Por esta razón es que lucharé duro para algún día llegar a las Grandes Ligas. Ese es mi sueño y Dios sabe que estoy trabajando fuerte para para darle un mejor futuro a todos mis hermanos", dijo.

"Sé que, a parte de practicar fuerte el béisbol, debo estudiar mucho para algún día graduarme de ingeniero".

La lucha de Johnny apenas comienza, pero es casi un hecho que en un futuro no muy lejano, le dará un batazo de cuadrangular a la pobreza.

MENSAJE FINAL

"Espero que alguna empresa privada o el gobierno, puedan darle un empleo a mi padre", dijo Johnny.

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