Chuzo, Carolina Romo no sale de una cuando cae en otra. Amigos, imaginamos que ustedes habrán escuchado el "pleque pleque" en que está metida con eso de que trabajó dizque en la Asamblea y recibió un salario de botella de 700 dólares, un cheque que ella jamás retiró por convalecencia de su reciente embarazo y quien se llevaba el privilegio de retirarlo era su ex Ernesto Marcel, con quien tiene una fianza por maltrato.

¿Cómo? Bueno, la situación es un poco confusa, pues Carolina asegura que jamás ha firmado un contrato en la Asamblea y, por ende, nunca obtuvo dicha plaza y menos puede retirar un cheque. Pero, por otro lado, la diputada Hermisenda Perea asegura que sí estuvo contratada por servicios profesionales en la Asamblea por tres meses y que le retiró el contrato porque la modelo viajaba mucho y no podía cumplirlo.

¡Qué bonchiche! La cosa es que mientras la diputada daba una conferencia de prensa aclarando lo sucedido a la opinión pública, donde presentó el supuesto contrato firmado por la modelo, fotocopia de su cédula y otros documentos, en un canal de TV, Carolina se defendía a capa y espada señalando que ella quisiera saber dónde ponchaba tarjeta y quiénes eran sus compañeros de trabajo. Además Romo dijo: "Quiero saber quiénes son los testigos del Departamento de Recursos Humanos de la Asamblea que me vieron cobrando cheques. ¿Por qué se saltaron pasos?... sé que para retirar un cheque de la Asamblea la persona tiene que firmar... ¿por qué no buscan en el banco quiénes estaban cobrando ese cheque? ¿Díganme cuál era mi cargo? ¡Nunca se me pagó nada!, no he cobrado ni un sólo dólar... yo nunca laboré allí, ¿cuál es la prueba de que trabajé allí? ¡Jamás firmé ningún documento! Sigan investigando".

La verdad, la cosa está peluda. Fíjense que la diputada Perea se atrevió a señalar que Romo participó en una novela panameña muy famosa "¿Cómo casar a Chente?" y ahora ella no se prestará para participar de la nueva novela: ¿Cómo casar a Ernesto? ¡Qué feo! ¿En que terminará esto?