Hola Moza, te escribe una chica que está, perdidamente, enamorada de una persona que no debe. Tengo apenas 18 años cumpliditos, y para mi edad, sé que soy muy madura y despierta, además de que aparento más de la que tengo.

Moza, mi historia me tiene mal, porque sé que lo que estoy haciendo no está bien. Te cuento que el hombre que amo es nada más y nada menos que mi primo. Desde que éramos chiquitos, siempre me llamó la atención porque me trataba bien y parecía un príncipe.

Ahora que está grande, parece un hombre de revista y eso me tiene loca. Veo cómo trata a su novia y la envidio, porque es puro amor.

No lo puedo ver, porque me pongo mal. Yo sé que él sabe y no me dice nada, es más, veo que me evita y eso no me gusta. Busco cualquier pretexto para ir a casa de mi tía a verlo.

También su novia sabe lo que siento por él, ya que ella no me soporta y un día se lo dije en una borrachera. Moza, qué puedo hacer para que mi primo se fije en mí, sé que lo puedo hacer feliz, ya que el amor que siento por él es tan inmenso. Dime cómo hago para lograr su cariño, su amor y su pasión. Prima desdichada.

ESO NO FUNCIONARA

¡Ay amiga!, se ve que no eres madura como dices; aunque nadie puede mandar en los sentimientos, uno sabe cuando las cosas no deben surgir.

Pero no te voy a regañar, porque por lo que veo, quieres una ayuda y te la daré para que no tengas problemas, ya que si tu familia se da cuenta de tus sentimientos, te vendrá un problema que durará por tiempo.

Lo mejor que debes hacer es tratar de evitarlo para que las cosas mueran; además, no trates de alimentar ese amor porque será lo mismo. Evita pensar en él.

No te busques un dolor de cabeza que puede traer la desdicha de tu familia. Me cuentas que él sabe eso y no te hace caso, entonces haz tú lo mismo. Enfócate en otras cosas, sal con tus amigos, comparte con ellos, conoce nuevas personas y busca cosas que te entretengan para que no gastes tus energías en él.

Basta de eso, ese amor nunca será bien visto. Recuerda amiga, no hay nada más triste que bajarle la cabeza a alguien, y nada peor que no poder gritar a los cuatro vientos que estás enamorada y con tu primo no lo podrás hacer. ¡Suerte!