En un platón rojo, el naranja intenso de los brillosos pixbaes salta a la vista. Como abeja al panal, muchos se acercan a comprar un cuara o un dólar; pero haciendo la salvedad de que quieren los más bonitos. Hasta oportunidad de escogerlos tienen.
Mileidis Morales, de 15 años, es vendedora de pixbaes desde hace tres años, porque le gusta y se divierte.
"No me da pena venderlos, me divierto mucho, más cuando me dicen: dame un cuara, pero que sean tan bonitos como tú", y eso es un mandato, así lo vende.
Frente al Banco Nacional de La Peatonal, se la pasa desde las 10 de la mañana hasta la tarde, luego se va para Arraiján, donde estudia en el segundo año en el turno de la noche. Le gustaría estudiar Hotelería.
Aunque su madre le paga la escuela, ella lo hace para tener algo más. Los pixbaes se los vende a su tía, que le paga cuando saca la ganancia.
Lleva a menudo 40 dólares de pixbaes en el llamativo platón, los que a veces logra vender. Al frente está siempre su primo vendiendo sus pixbaes y, de paso, cuidándola. El producto es de su tía.
CUANTOS
Hay de 2 a 3 pixbaes grandes por 25 centésimos. La gente no tiene queja y le gustan los rayaditos.
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