Los "pibes" siguen celebrando. El fútbol olímpico es propiedad privada de Argentina y si tuviera un color no podría ser otro que el albiceleste, después de que Lionel Messi y sus compañeros rivalidaron en Pekín el título obtenido hace cuatro años en Atenas con el extraordinario registro de doce encuentros consecutivos ganados.

El gran protagonista del segundo oro de Argentina en fútbol no fue una de sus renombradas estrellas como Messi, Riquelme o Agüero, sino un chaval de 20 años que se inventó una magistral vaselina con la zurda para batir a los nigerianos.

El joven "pibe" es el ex jugador de Rosario Central y actual extremo del Benfica portugués Angel Fabián Di María, quien decidió la final olímpica en Pekín con un gol de calidad indiscutible.

Con el tanto, Argentina ha pasado de "la mano de Dios" de Maradona a tener un "ángel de la guarda" en su banda izquierda.