Cuántas veces nos hemos sentido solos, traicionados, desalentados, defraudados y engañados, tranquilo ¿quien en la vida no se ha sentido solo? . En muchas ocasiones y posiblemente en este preciso momento, estés experimentando este sentimiento.
Esto crea una sensación de soledad o también puede ser de perseverancia, en lo personal, se ha transformado en perseverancia, recuerdo cuando era un niño y llegaba el día del padre, en donde el sistema educativo siempre manda a hacer tarjetas para este día, y el que no la hace bien le ponen mala nota, aquí nadie evalúa el porqué no la hacen bien; en mi caso siempre ganaba mala nota porque no escribía nada en la tarjeta, ya que no conocía a mi padre y por ende, no le encontraba un sentido a la tarjeta.
En mi adolescencia comprendí muchas cosas que en la niñez nunca entendí, pero todavía sentía esa soledad paterna cuando observaba a mis compañeros con sus padres, cuando ellos decían mi papa me dijo, mi papa me compro, mi papa etc.
Ahora que soy un joven que he llegado a cumplir con parte del proyecto de la vida, me atrevo a decir que ese sentimiento de soledad paternal ya no esta, porque en mi juventud me encontré con un libro hermoso que dice lo siguiente: “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40.29-31).
Es por ello que cuando te sientas solo y que todo se acaba, que se han alejado tus amigos y que ya no hay remedio, mira al Señor y ten corazón para perdonar a todos los que ya no te aman. Incluso a tus enemigos.