César siempre tiene ganas de trabajar (Foto: ROBERTO BARRIOS / EPASA)
Yanelis Domínguez
| DIAaDIA
"La chicha es muy rica y el chicheme mejor si lo prueban, le juro que regresan por más ". Es esa frase positiva con la que César Oñatte recibe a su clientes para incentivarlos al momento de vender sus productos.
ES CUESTION DE ACOSTUMBRARSE
Antes de dedicarse a la venta de chicas y empanadas, César vendía minutos a celular, pero viendo que esto no le alcazaba para sus necesidades y las de su dos retoños, como el le llama sus dos hijos, que según él son su fuente de inspiración, cambió a la venta de empanadas chichas y chicheme en las aceras del Hospital Santo Tomás, lo que no fue nada fácil, porque le daba pena y se sentía un poco inferior por estar vendiendo de manera ambulante. Sin embargo, poco a poco se dio cuenta que lo peor que puede sentir el ser humano es sentir vergüenza de lo que hace, pues así no se triunfa.
SU FAMILIA COOPERA Y CONSUME
Que más que una sonrisa al preguntarle si sus dos hijos venían al puesto y se tomaban las chichas, él aduce que es honor que su familia lo visite de vez en cuando y se detenga un rato ayudarlo y probar el producto que les permite subsistir.
Un buen día se hace unos B/20.00., pero a veces las ventas bajan, pero esto es motivo de desánimo, pues cuando esto pasa, César piensa que algo le faltó por hacer y trata de buscar una estrategia para el día siguiente. ¡Excelente!
COMPRUEBE
Si usted quiere probar las chichas y empanadas de César búsquelo frente al Hospital Santo Tomás.