
El perrito estaba en la oscuridad. Fue el vehículo #175 de los Bomberos de San Miguelito el que lo asistió.Foto: ALEXANDER SANTAMARÍA
El perrito estaba en la oscuridad. Fue el vehículo #175 de los Bomberos de San Miguelito el que lo asistió.Foto: ALEXANDER SANTAMARÍA
El perrito estaba en la oscuridad. Fue el vehículo #175 de los Bomberos de San Miguelito el que lo asistió.Foto: ALEXANDER SANTAMARÍA
Aquí era rescatado.
El perrito estaba en la oscuridad. Fue el vehículo #175 de los Bomberos de San Miguelito el que lo asistió.Foto: ALEXANDER SANTAMARÍA
Aquí era rescatado.
El perrito estaba en la oscuridad. Fue el vehículo #175 de los Bomberos de San Miguelito el que lo asistió.Foto: ALEXANDER SANTAMARÍA
Aquí era rescatado.
El perrito estaba en la oscuridad. Fue el vehículo #175 de los Bomberos de San Miguelito el que lo asistió.Foto: ALEXANDER SANTAMARÍA
Aquí era rescatado.
El perrito estaba en la oscuridad. Fue el vehículo #175 de los Bomberos de San Miguelito el que lo asistió.Foto: ALEXANDER SANTAMARÍA
Aquí era rescatado.
A las 3:00 p.m. del martes fue la primera vez que el fotógrafo Alexander Santamaría divisó al canino. Luego, al pasar a la 1:00 a.m. de ayer por el mismo lugar y mirar hacia donde estaba el animal, le llamó la atención que este aún permanecía ahí.
Al bajarse del carro comprobó que la mascota no tenía alternativa de bajar, pues el terreno estaba muy inclinado, por lo que se echó sobre una enorme roca con su mirada triste, esperando solo la muerte.
“Enseguida llamé a la Policía y a los Bomberos para que vinieran a rescatarlo, pues es un ser vivo y un día más ahí provocaría su muerte por deshidratación”, dijo Santamaría.
Luego de tanta insistencia por parte del fotógrafo y de advertir que lo publicaría si lo dejaban morir, acudieron al rescate unos camisas rojas, quienes con escalera y linternas lograron bajar al perro.
El animal no puso resistencia a los brazos del bombero, quien con cuidado tomó al can y lo bajó por una escalera.
Una vez abajo, el perrito demostró su felicidad y en medio de su cansancio corría hacia todos lados, e incluso saludó al fotógrafo. Posteriormente fue llevado a un lugar seguro.