
Mercadería dañada tuvo que ser desechada.
Fotos: Miguel Contreras
Mercadería dañada tuvo que ser desechada.
Fotos: Miguel Contreras
Mercadería dañada tuvo que ser desechada.
Fotos: Miguel Contreras
El barco atracó en el Puerto Pedregal por fallas mecánicas.
Mercadería dañada tuvo que ser desechada.
Fotos: Miguel Contreras
El barco atracó en el Puerto Pedregal por fallas mecánicas.
Mercadería dañada tuvo que ser desechada.
Fotos: Miguel Contreras
El barco atracó en el Puerto Pedregal por fallas mecánicas.
Mercadería dañada tuvo que ser desechada.
Fotos: Miguel Contreras
El barco atracó en el Puerto Pedregal por fallas mecánicas.
Mercadería dañada tuvo que ser desechada.
Fotos: Miguel Contreras
El barco atracó en el Puerto Pedregal por fallas mecánicas.
Marineros en el corregimiento de Pedregal, en David, Chiriquí, se mantienen indignados por la forma como las autoridades han prohibido a los barcos camaroneros descargar en Puerto Pedregal, debido al protocolo que posee la ARAP, en cuanto al desembarco de camarones.
Tan solo el fin de semana pasado, el barco Nicolás, proveniente de la ciudad capital, perdió unas 3 mil libras de camarones y 2 mil de pescado, ya que debido a desperfectos mecánicos tuvieron que detenerse en el Puerto Pedregal, y debido a dicha restricción, toda la mercancía se dañó y hubo que botarla, indicó Tomás Lisvay, marinero de la embarcación.
Por su parte, Elmer Romero, director de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) en Chiriquí, informó que los únicos puertos que están certificados para el desembarque de camarones son los de Coquira y Vacamonte, mismos que cuentan con personal certificado para llevar a cabo esta labor.
Si es por daños comprobados, simplemente la institución les otorga un permiso para que puedan estar allí, para que el mecánico lo repare y puedan navegar.
Romero sostuvo que no tiene conocimiento de que ninguna embarcación haya perdido mercadería en el Puerto Pedregal, y tal vez fueron los malos procedimientos que hicieron al llegar, porque ni siquiera se informó a la ARAP la entrada al puerto.
Mientras tanto, los marineros se quejan de que hay merma en la pesca del crustáceo y tienen que ver cómo se pierde la mercancía estando a pocos días de que empiece la veda del camarón.