La griega Fani Halkia, con su triunfo en la final de 400 metros vallas, se convirtió en la nueva diosa de los aficionados helenos, que buscaban recuperarse de la desilusión causada por los velocistas Costas Kenteris y Ekaterini Thanou.
Halkia, de 25 años, quien fue sexta este año en el Mundial en sala y sucede en el palmarés a la rusa Irina Privalova, se impuso de forma sorpresiva con un tiempo de 52.82.
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