Sus pasos son lentos, pero su memoria viaja a largas distancias. Hace un mes, el señor Santiago Ortega Morales cumplió 100 años y está tan lúcido, que muy pocos le creen que ha llegado a esta edad.

Apoyándose en dos varas que utiliza como bastones, lo encontramos llegando a su casa ubicada en Nuevo Caimitillo de Chilibre. Él regresaba de su finca de siembros de plátanos, que tiene por el lugar. Y es que a su edad, él aún se dedica a las labores del campo; aparte de los plátanos, también cosecha yucas y otras verduras.

Pero, ¿cómo este señor ha llegado a tanta edad? Santiago reveló que el secreto para alcanzar los 100 años fue dejar el cigarrillo y el licor. "Hace muchos años, dejé la bebida y el cigarrillo, porque eso pone a uno mal", dijo.

Este señor tiene cuatro hijos biológicos y cinco de crianza, pero vive cerca de tres hijas que son quienes le ayudan. Todos los días se levanta a las 6: 00 a.m. y se va a casa de su hija Elvina a desayunar, de allí se va para la finca y después regresa a descansar un poco; luego va a casa de su hija Berta a almorzar.

Don Ortega vive solo. Aunque sus hijas quieren que se vaya a vivir a sus casas, él admite que no puede estar alejado de allí por más de una semana, a pesar de las comodidades que le hacen falta, pues una modesta cama, con algunos resortes del colchón que le lastiman la espalda, está posada sobre un piso de tierra.

Una ropa doblada dentro de una canasta guarda algunas de las mudas de ropa que tiene y que sus hijas le lavan. Por ahí, entre los chécheres, tiene un pequeño radio que le regalaron cuando cumplió años, pues el que tenía se lo robaron unos delincuentes que ingresaron a su casa. Y es justamente a eso a lo que le tiene miedo don Santiago: a los maleantes. "Un día que llegué estaba la puerta abierta y era que me habían robado algunas herramientas, hasta el radio", recordó.

Contó que se crió en Agua Buena de Chilibre y después se fue a vivir a ese lugar. Él recordó que fueron los gringos quienes los sacaron de ese lugar y estuvieron "batallando hasta que se fueron a vivir allí".

Santiago está orgulloso de ser privilegiado por llegar a tanta edad, pero entre risas expresó que el otro día escuchó en las noticias que una señora en el interior tenía 103 años, "Ella me lleva años adelante", expresó.

LUCHADOR

"Si pudiera trabajar todo el día, pagaría mis cosas", afirmó don Santiago, quien a sus 100 años, sigue trabajando la tierra.