En lo que le gusta. (Foto: NEREIDA ATKINS / EPASA)
Nereyda Atkins E.
| DIAaDIA
Dedicada y muy trabajadora. Hace veintidós años, Silvia Herrera salió de su querido Ocú, en Herrera, hacia la provincia de Darién, en busca de mejores días. Hoy, con siete hijos y madre soltera, se ha convertido en un ejemplo de lucha y perseverancia para sus terruños y para toda persona que la conoce, a ella la encontramos preparando la merienda para los niños con discapacidad, que asisten al Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE) en Darién.
EL PRIMER EMPLEO
Conseguir un empleo en algunas provincias no es nada fácil, y mucho menos cuando no se posee una profesión y se es madre soltera; frente a esas circunstancias, sólo queda trabajar en negocios informales. "Mi primer empleo fue una experiencia única, yo tengo mucha experiencia en la cocina, pero aquí en Darién el trabajo es la agricultura y para mí era muy difícil, así que no me quedó más que trabajar en restaurantes y locales de venta de comida, esto me permitía llevar el sustento diario a mi casa", recordó Silvia. Hoy, a sus 48 años, no ha sido fácil lograr todo lo que ha conseguido, pero se siente orgullosa de que ha sido con su propio esfuerzo.
POR UNOS CUANTOS REALES
Para dar a conocer su arte en la cocina, ella primero tuvo que cocinar para grandes eventos y al final le regalaban algo por el apoyo. "En ocasiones, realizaba apoyo para que otros cuando necesitaran de alguien en este arte, me pudieran llamar, algunas veces laboraba por unos cuantos reales", ahora lo hace por un salario fijo y goza de beneficios.
ESFORZADA
Aunque en ocasiones ha sentido que su vida ha podido ser diferente, nunca deja de agradecerle a Dios por todo lo que le ha dado. "Le doy gracias a Dios, porque me ha dado un empleo permanente, como una forma de recompensar todos los páramos que he pasado", manifestó Silvia, porque antes entraba a laborar en un restaurante a las 4:00 a.m. y culminaba su labor a las 2:00 p.m. Ahora solo trabaja ocho horas.
LUCHADORA
Tuvo que luchar mucho para conseguir lo que tiene y hoy lo disfruta, porque sabe que es esfuerzo propio.