
Los padres disfrutaron el juego.
Los padres disfrutaron el juego.
Los padres disfrutaron el juego.
La calle se cerró para más comodidad de las personas que asistieron a la actividad.
Fotos: Elena Valdez
Las esperanzas nunca se perdieron.
La casa estaba llena antes del partido.
El público celebraba las anotaciones.
Los fanáticos siempre dieron su apoyo.
Los padres disfrutaron el juego.
La calle se cerró para más comodidad de las personas que asistieron a la actividad.
Fotos: Elena Valdez
Las esperanzas nunca se perdieron.
La casa estaba llena antes del partido.
El público celebraba las anotaciones.
Los fanáticos siempre dieron su apoyo.
Los padres disfrutaron el juego.
La calle se cerró para más comodidad de las personas que asistieron a la actividad.
Fotos: Elena Valdez
Las esperanzas nunca se perdieron.
La casa estaba llena antes del partido.
El público celebraba las anotaciones.
Los fanáticos siempre dieron su apoyo.
Los padres disfrutaron el juego.
La calle se cerró para más comodidad de las personas que asistieron a la actividad.
Fotos: Elena Valdez
Las esperanzas nunca se perdieron.
La casa estaba llena antes del partido.
El público celebraba las anotaciones.
Los fanáticos siempre dieron su apoyo.
Los padres disfrutaron el juego.
La calle se cerró para más comodidad de las personas que asistieron a la actividad.
Fotos: Elena Valdez
Las esperanzas nunca se perdieron.
La casa estaba llena antes del partido.
El público celebraba las anotaciones.
Los fanáticos siempre dieron su apoyo.
Emoción, tensión alegría y hasta tristezas vivieron cientos de familiares, amigos y vecinos de los peloteritos aguadulceños, que representan a Panamá en el Mundial de Pequeñas Ligas que se realiza en Williamsport, Pensilvania.
Más de cien aguadulceños se reunieron una vez más en la casa de la familia Nieto y al son de murgas, comparsas y con venta de chorizos apoyaban a los niños coclesanos.
La participación de los peloteritos en la Serie Mundial fue muy significativa para los padres de familias, pues no hubo un juego en el que no recibieran el apoyo del pueblo.
A pesar de que no se logró la victoria ante los japoneses, los aguadulceños gritaban en cada jugada e hicieron una gran fiesta por la excelente participación del equipo panameño.
La llegada
Eran las diez de la mañana, cuando ya poco a poco llegaban a la casa de la familia Nieto, en Aguadulce, los fanáticos del equipo nacional.
Todos llegaban con una camiseta alusiva al equipo y con muchas ganas de apoyar y hacer barra, pues verían el partido de estos “pequeños héroes” en pantalla gigante.
A las 11:00 a.m., el lugar estaba abarrotado, más de cien personas ya estaban aparaadas en la residencia de la familia Nieto, a tal punto que se tuvo que cerrar la calle para poder disfrutar del partido, en el que estos “pequeños gigantes” no decepcionaron a nadie, tras coincidir todos en que se jugó al máximo y disfrutaron viendo cómo las futuras estrellas del béisbol coclesano brillaban en el extranjero, y dejaron en alto el nombre de Panamá, Coclé y el resto de los países de Latinoamérica.
Mientras, niños, jóvenes y adultos mayores disfrutaban del partido agitando la bandera nacional, otros cocinaban, pero todos unidos coreaban en cada episodio de Panamá, “pónchalo”, “bótala” y “sí se puede”, dándole aliento a la distancia al equipo nacional, que nunca demostró miedo, a pesar de enfrentarse a rivales de peso en esta Serie Mundial.
Reacciones
Edison González, padre, dijo sentirse orgulloso de su hijo y de todo el equipo. Reconoció que el equipo de Japón era fuerte, pero que Panamá dio la talla y luchó hasta el último episodio.
“Son vencedores y siempre serán nuestros héroes. En Aguadulce siempre los vamos a apoyar, y aquí los vamos a recibir como lo que son, nuestros campeones”, afirmó.
En tanto, Gustavo Ortega fue uno de los fanáticos y amigos que fue a ver el juego a casa de los Nieto. Aseguró que estos niños son campeones y los van a esperar en Aguadulce con una gran fiesta porque “los niños se lo merecen y lucharon hasta el último segundo del partido”.
No hubo reproches, solo pasión y voces de aliento que coreaban cada ponche y, a pesar del resultado final, el próximo martes esperan recibir al equipo con una gran caravana.
En tanto, Edwin Nieto, presidente de Pequeñas Ligas de Aguadulce y padre de uno de los peloteritos, dijo que mañana dirá presente para recibir en la terminal aérea al equipo de Panamá que representó a lo grande a Latinoamérica.
“En Río Hato arrancará la caravana en honor a estos peloteritos. Irán pasando despacio por los pueblos que quieran saludar a los campeones de Panamá y Latinoamérica. El gran recibimiento será en Aguadulce”, manifestó.