Los que se quedaron con las ganas de tener a la cantante Katy Perry como jurado fueron los productores de “American idol”, a pesar de la oferta que le realizaron.
Tanto fue el desespero por tenerla, que le ofrecieron un sueldo de 20 millones al año, pero la cantante la rechazó, aunque dijo que la causa no era el dinero, sino su gira que chocaba con las grabaciones.