En pleno siglo XXI, se escuchan unas locuras que nadie entiende. Periodistas y editores de una revista norteamericana decidieron unirse y elegir las mejores partes del cuerpo de músicos y cantantes para construir al artista ideal. El "ranking" lo liderí³ el ombligo de Madonna que, según el editor Marc Spitz, "fue lo que primero la marcí³ como una provocadora del sistema"; segundo, el hí­gado del guitarrista de The Rolling Stones, Keith Richards; el tercer puesto fue para la cabeza calva de Michael Stipe (vocalista de REM), porque "no es tan ‘puntuda' como la de Moby, ni tan chata como la de Sinead Connor".