La selección turca avanzó a los cuartos de final del Mundial 2006, al imponerse al combinado esloveno por 90-84, gracias a su mayor garra y a su recital de triples de los minutos decisivos.
Turquía se desquitó así de las dos derrotas consecutivas que había sufrido ante el conjunto balcánico y, sobre todo, a su nefasta actuación del último torneo europeo, el año pasado, en el que no pasó de la primera fase.
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