La novela "Nigga Osiris" estaba en la mejor parte de su historia y a punto de llegar al clímax: la tan esperada recepción matrimonial. El reloj marcó las doce mediodía y fue entonces cuando comenzaron a arribar los invitados, en su mayoría familiares y amigos de la novia, como se rumoraba tras bambalinas.

Les podemos contar que era un almuerzo que duró tres horas y en el que pudimos estar adentro unos escasos cinco minutos para saber un poquito más del enlace.

Esta vez no hubo alfombra roja ni mucho menos verde y, para sorpresa de nosotros, tampoco ningún famoso DJ, ni reggaesero; nanai, nanai se podía ver por allí, solo familiares, amigos, vecinos, pero sobre todo, gente sencilla y con deseos de acompañar al famoso reggaesero y, por supuesto, a su pareja.

La verdad es que no hicieron falta los del "Chollywood", porque eso no empañó la felicidad de los novios, que llegaron a la recepción a la 1:30 p.m. con otro vestuario. Ella lucía un vestido chocolate y él una camisa crema. Una vez llegaron, los abrazos y las felicitaciones comenzaron, las lágrimas no faltaron y las bendiciones no se hicieron esperar.

Mientras todo eso sucedía, en el fondo se escuchaban los temas del "Romatic Style", unos los cantaban y otros los ignoraban; nosotros en ese momento estábamos detrás de la puerta tratando de ver algo por la transparencia del vidrio. Los camarógrafos y fotógrafos, por su parte, trataban de sacar su mejor imagen y mejor ángulo. Claro, la puerta estaba cerrada. De repente, los organizadores se condolieron y nos dejaron pasar, pero como ya les dijimos, unos escasos cinco minutos, eso sí, solo fotos, nada de entrevistas, pues corríamos el riesgo de ser sacados. La verdad es que allí cada uno hizo lo que se pudo.

Luego de mucha conversadera y saludos, brindaron por los novios. La novia dejó atrás los nervios y ambos se mostraron felices, alzaron las copas llenas de sidra y brindaron por el matrimonio. A diferencia de lo que vimos en el matrimonio civil, en todo momento los novios estuvieron contentos.

Félix Gómez, con su sonrisa acostumbrada, le puso el toque de felicidad a la recepción; nunca se le vio una cara de preocupación ni tristeza, pese a que su padre y otros de sus familiares no asistieron a la boda, solamente su hermana Loren.

¡Su sueño parecía haberse cumplido! Pero no era así, el momento que esperaba alumbró: se le cantó el cumpleaños feliz al chitreano, y es que de seguro Nigga no olvidará el 26 de agosto de 2008, porque él había planeado esto, casarse el día de su "sapo verde". Lo curioso de esta parte de la historia, es que con el mismo pastel de la boda, celebraron sus 28 años. Sí, amigos, no hubo otro dulce para su "cantaíto".

Pasado este momento, los invitados ya habían degustado el menú, y a eso de las 3:00 p.m., ni un minuto más ni un minuto menos, cantó su famoso tema "Te quiero". Los invitados no dudaron y se acercaron al lugar donde cantaba. Él le dedicaba esa canción a la mujer que desde ayer, le dio un sí ante muchos periodistas y fans, su esposa Osiris. ¿Saben qué fue lo más triste, amigos? Que ese momento solamente fue para sus invitados, pues nuevamente los "saloneros" nos cerraron la puerta en nuestra cara. ¡Qué lastima!

Y allí acabó todo, y como siempre pasa en las fiestas panameñas, no faltaron los invitados que quisieron llevar comida pa' su casa. Pillamos a varios con sus respectivos platos. Bueno Félix, como dirías tú mismo: para ti empezó la novela "El mismo Romantic Style...".