La práctica de aplicar salsa picante a la lengua de los niños maleducados, cada vez cuenta con más seguidores en EE.UU. El azote en las nalgas ha pasado a la historia entre muchos padres estadounidenses, que optan por una moderna versión del jabón en la boca para recordar a sus vástagos que no se deben decir palabrotas, morder al hermano o contar mentiras.
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