GENTE COMO YO

Herencia ancestral


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Eusebia, a la izquierda, junto a su amiga Juana Pérez.

Fotos: EVERGTON LEMON

  • Herencia ancestral

    Eusebia, a la izquierda, junto a su amiga Juana Pérez.

    Fotos: EVERGTON LEMON

  • Herencia ancestral

    Se agruparon y les va mejor.

  • Herencia ancestral

    Es toda una experta tejiendo sombreros.

  • Herencia ancestral

    Eusebia hace sombreros de todas clases.

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    Eusebia, a la izquierda, junto a su amiga Juana Pérez.

    Fotos: EVERGTON LEMON

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    Se agruparon y les va mejor.

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    Es toda una experta tejiendo sombreros.

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    Eusebia hace sombreros de todas clases.

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    Eusebia, a la izquierda, junto a su amiga Juana Pérez.

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    Se agruparon y les va mejor.

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    Es toda una experta tejiendo sombreros.

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    Eusebia hace sombreros de todas clases.

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    Eusebia, a la izquierda, junto a su amiga Juana Pérez.

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    Se agruparon y les va mejor.

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    Es toda una experta tejiendo sombreros.

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    Eusebia hace sombreros de todas clases.

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    Eusebia, a la izquierda, junto a su amiga Juana Pérez.

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    Se agruparon y les va mejor.

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    Es toda una experta tejiendo sombreros.

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    Eusebia hace sombreros de todas clases.

Jesús Simmons - DIAaDIA

Los sombreros son su vida. En Machuca, distrito de La Pintada, corregimiento de Piedras Gordas, Coclé, los habitantes se ganan la vida confeccionándolos.

Una de esas talentosas artesanas es Eusebia Nuñez, de 46 años, quien aprendió el arte de tejer sombreros de su papá y su mamá.

Cuando era solo una niña observaba a sus padres confeccionar sombreros con gran destreza, por lo que aprender no le fue muy difícil.

De adulta siguió con la tradición del pueblo, sin embargo, sintió que tenía que hacer algo, ya que los intermediarios llegaban al pueblo y les compraban los sombreros al precio que les daba la gana.

Esto no era económicamente bueno para ella ni para sus vecinos de Machuca, por lo que decidieron agruparse y crearon el Grupo de Artesanos de Machuca.

Ahora, en vez de entregarles sus productos a intermediarios, ella y todos sus vecinos confeccionan y comercializan su producto, por lo que las ganancias son más jugosas.

Desde que se agruparon con la ayuda de la Organización No Gubernamental (ONG) Oned, les va muy bien, porque sus sombreros van directo al consumidor.

Sombreros ordinarios, pinta’os, de cuatro y ocho vueltas son algunos de los productos que Eusebia confecciona en su natal Machuca.

Para el futuro continuará perfeccionando sus productos, para que los clientes se enamoren de ellos y seguirá motivando a los artesanos de su pueblo.

Esta talentosa artesana es fiel creyente de que a los artesanos el Gobierno tiene que darles el valor que se merecen, pues con sus trabajos son un baluarte importante de la economía nacional.

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