
Hay que tener mucho estómago para comerse ese dulce. Kittiwat Unarrom es una tailandés que prepara exquisitos dulces, pero lo raro es su apariencia, los dulces son en formar de manos, piernas, ojos, rostro ensangrentados, en fin. Cada pedazo parece la escena de un descuartizamiento de las mejores películas del Padrino.
Kittiwat asegura haberse inspirado en sus dulces al leer libros de anatomía. A simple vista no se diferencia si es una mano ensangrentada de verdad o si es un dulce, lo que para este repostero significa algo positivo puesto que trata de hacer sus dulces lo más reales posible.
El tailandés manifiesta que al probar lo delicioso que saben sus dulces le enseña a las personas a que no juzguen el libro por su tapa, no porque algo se vea extraño tienen que saber mal.