La desastrosa participación de la Selección de Baloncesto en Japón, no es más que la crónica de una muerte anunciada.
La rebeldía de algunos jugadores por el asunto del billete y las consecuencias que esto trajo consigo a lo interno del equipo, sin lugar a dudas refleja el mal proceder de una dirigencia que durante años se ha dedicado a trabajar a su manera, olvidándose de que lo mejor es hacerlo con las bases.
He aquí el momento preciso para hacer un alto en el camino y analizar por qué durante los últimos años se han venido presentando este tipo de incidentes con estos atletas, que se han acostumbrado a poner primero sus intereses particulares por encima de la patria.
La respuesta es sencilla. Ellos saben que los dirigentes no tienen de dónde escoger y que son los únicos, y es precisamente debido a que nunca han realizado una labor en conjunto con las bases.
Recuerdo bien hace ya más de tres años, cuando en una ocasión iniciando el año, interrogué al ingeniero Miguel Sanchíz sobre el programa de trabajo que en ese año pretendía hacer con las ligas provinciales.
Para mi sorpresa, el dirigente me respondió con una frase que jamás he olvidado: "Con las ligas provinciales, no... cada una que trabaje como pueda, porque la Federación no tiene los recursos para trabajar con cada provincia". Tras escuchar semejante contestación, lo primero que me dije fue: Cómo es posible que, quien se supone que es el máximo jerarca de este deporte en Panamá, responda de esta manera.
Con razón el baloncesto anda "manga por hombro".
Ahora Sanchíz se estará dando cuenta de que lo que se siembra se cosecha, porque mal acostumbró a un grupo de atletas a estar conscientes de que eran los únicos, y nunca se preocupó por formar y promover los semilleros a través de una labor conjunta con las diversas ligas provinciales, distritales, hasta llegar a las barriales.
De haberlo hecho, ahora hubiese tenido canasteros con talento para escoger y reemplazar a quienes asuman actitudes negativas y que van en detrimento del deporte nacional.
Ojalá que lo acontecido sirva de lección y de aquí en adelante se preocupen y busquen, junto a las autoridades, los mecanismos para establecer los semilleros.
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