
Lindsay Lohan está en tremendo problemón.
Lo que sucede es que nuevos testimonios la ubican como la culpable de robar relojes y lentes de sol, con un valor aproximado de cien mil dólares, de la casa de su amigo Sam Magid, en Hollywood Hills, a quien le confesó que había escondido las piezas por temor a que las robaran y que lo hizo bajo el efecto de un sedante.
Para los que no saben, la semana pasada Lohan estuvo en una fiesta en casa de su amigo Magid. Días después él se percató de que le faltaban objetos valorados en miles de dólares y llamó a la policía, que interrogó a Lindsay y la dejó ir pues suponía que no estaba implicada.
Ahora se reveló que tanto Lohan como su asistente, Gavin Doyle, son los principales sospechosos. Mientras tanto, TMZ asegura que Magid dijo a los policías que estuvo en contacto con dos amigos de Lindsay y le dijeron que la noche del robo la actriz les dio una bolsa con dos o tres de las piezas robadas envueltas en su camiseta.
Magid también dijo que Lindsay le había comunicado que había escondido los otros objetos en la casa porque temía que fueran robados. Además, la actriz le confesó que había tomado “Ambien” (un sedante) al momento que escondió las piezas.
Incluso, se dice que Magid le comentó a los oficiales que Lindsay lo contactó recientemente y le dijo: "lo siento, reza por mí".
En horas de la tarde de ayer, fiscales de Los Ángeles rechazaron la denuncia por robo contra la actriz, ya que no había evidencia.