Hola Moza, quiero decirte que tengo un problema y es que trabajo mucho y cuando llego a casa es muy tarde de la noche, por lo que siempre encuentro a mi esposo dormido y a mis hijos también.

Esa situación pensé que él la entendía, pero ahora descubrí que no y por eso está buscando consuelo en otra. Moza, aunque suene feo así parece que es, ya que hace unos días llegué sin avisar y encontré a mi vecina conversando con él muy subjetiva y cariñosamente, que ni siquiera descubrieron que había llegado. Ese día me di cuenta de que mi hija no traga a mi vecina y también sospechaba de algo, igual que la empleada. Mi esposo no tuvo explicación para lo que vi cuando le pregunté y ella, muy alegre, se despidió apenas llegué.

Moza, ahora estoy preocupada porque creo que esa mujer me quiere quitar a mi esposo y por eso he optado por comprar otra casa en otro lugar, claro, no le he dicho a él ni a mis hijos la razón, pero él no quería. La cosa es que ya lo convencí, pero me preocupa que siga frecuentando a esa mujer. Ella es una mujer que tiene treinta y algo, pero se ve bien, tiene buenas piernas y es una coqueta de primera; en cambio yo no, mis amigas dicen que no me arreglo, que parezco más vieja de lo que soy y que mi marido, que tiene la misma edad que yo, se ve más joven. Él tiene 43 como yo.

Ay Moza, dame un consejo porque lo necesito.

NO VIVAS ENGAñADA

Hola, me alegra que me escribas porque tengo un consejo sano que darte, y es que no debes vivir engañada ni tapando el sol con las manos, pues de lo contrario, jamás serás feliz.

A mí me parece que la opción para que tu pareja deje de frecuentar a esa mujer no es mudarte, ya que no sabes si él hará lo mismo en ese lugar.

Piénsalo, puede ser que ahora lo alejes de esa mujer, pero si el problema es que lo de ustedes ya no funciona o sigue deteriorándose la relación con cero comunicación y sin compartir nada, lo volverá a hacer y sólo te endeudarás por el gusto.

Mejor habla con tu esposo, ponle los puntos sobre las íes y pregúntale si todavía pueden salvar su matrimonio. Si ambos llegan a un acuerdo, lucha por él; pero si no, resígnate. ¡Suerte!