Por instinto los perros son dominantes territoriales, así que al momento de adquirir uno usted debe dejar bien claro quién es el jefe en casa. Para ello, practique lo siguiente:
Siéntese en el piso y cargue al cachorro como si fuera un bebé. Si éste permanece inquieto y gruñendo, imite un gruñido suave hasta que el perro se tranquilice. Cuando le dé de comer, haga que se siente antes de poner el plato a su alcance. Haga lo mismo cuando vaya a jugar con él o antes de pasearlo. No lo deje dormir en su recámara, si lo hace el perro sentirá que es igual a usted.
De notar algún problema de conducta o agresión, mejor consulte con un entrenador profesional.
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