La muerte de Antonio Puerta unió ayer en Sevilla a todo el mundo del deporte, la cultura y la política, que quiso sumarse al dolor de su familia y del sevillismo, en la capilla ardiente que se montó en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán y en la posterior incineración, en el cementerio de San Fernando.
Miles de personas visitaron desde la pasada medianoche la capilla ardiente del futbolista, y formaron largas colas en los exteriores del recinto deportivo, que tuvieron que ser cortadas a partir de las diez de la mañana, con el fin de preparar el antepalco del estadio para celebrar al mediodía un responso al que asistieron autoridades locales y nacionales y una multitud de representantes del mundo del deporte.
El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves; el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, y el presidente del Partido Popular en Andalucía, Javier Arenas, fueron algunas de las autoridades políticas que acudieron al velatorio.
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