Esta es una historia rodeada de misticismo y religiosidad popular. Bueno, así como usted conoce la historia de Robin Hood, que robaba para darles a los pobres, en México también tienen un personaje similar, pero este a su vez, es considerado como un santo, pues sus milagros no son reconocidos por la Iglesia católica. Sin embargo, tiene cualquier cantidad de devotos, los cuales se dan cita cada tres de mayo en la capilla que le han construido sus fieles en Culiacán, Sinaloa. Es allí donde se congregan los creyentes en este personaje para agradecer por los favores recibidos. No obstante, a lo largo del año, hay un patronato que se encarga de mantener las puertas de esta capilla abiertas al público, y a su vez, un grupo de buhoneros promueve su devoción a lo interno de local.
Se trata del famoso Jesús Malverde, cuyo nombre verdadero era Jesús Juárez Mazo, personaje destacado a finales del siglo XIX en la sierra de Sinaloa y que hoy es venerado por ciudadanos humildes de México y el mundo, además de algunos narcotraficantes que se encomiendan a esta imagen antes de iniciar una de sus operaciones.
¿Por qué Malverde? Esto es curioso, pues hasta su capilla está pintada de verde. Empero, históricamente se le atribuye esta designación, pues es bandido generoso, durante sus atracos en la sierra sinaloense aparecía cubierto de armas verdes con pistola en mano.
Hay varias versiones sobre su muerte. Una, que fue ahorcado y las autoridades avisaron que quien se atrevía a enterrarlo, sería puesto preso. En vista de que no lo podían enterrar, algunos seguidores colocaron su cuerpo sobre un montículo de piedra y fueron formando una tumba. Y así fueron sucediendo uno tras otro milagro a quienes le visitaban.
DIAaDIA conoció que este personaje ha sido inspiración de folletos, libros, reportajes y películas. Por ejemplo, en 1984, el dramaturgo sinaloense Oscar Liera escribió una obra teatral sobre la vida de este personaje, denominada: "El jinete de la Divina Providencia". Además, ha tenido éxito en el Festival de Manizales, Colombia; en el Festival Latino de Nueva York, Estados Unidos, entre otros.
Tanta es la admiración hacia Malverde, que no es extraño presenciar constantes serenatas en su capilla, en honor a este hombre que los narcotraficantes han tomado como santo protector. Su busto es otro ícono de Culiacán y más que eso es otro mito que cautiva a propios y extraños.