Cuando los dientes empiezan a salir, puede que su bebé tenga molestias en las encías. Para aliviarlo puede frotar la encía con un pedazo de gasa o algodón. También hay en el mercado unos cauchos que se enfrían y se le da al niño para que lo muerda. Si la molestia es mucha, mejor consulte con su médico o dentista, pues actualmente existen medicamentos tópicos u orales que pueden ayudar.