Trabaja para cumplir sus sueños

Cuando la luz del semáforo está en rojo, el intrépido artista aprovecha para hacer sus presentaciones, luego pasa por los vehículos para que los conductores, por medio de dinero, reconozcan su esfuerzo y dedicación.

Y es que desde hace ocho años, Díaz, de 27, practica el “devil stick”, haciendo de esta actividad un negocio que lo ha llevado a recorrer varios puntos de la ciudad de Panamá.

El “devil stick” son malabares que se hacen con palos de madera, que son cubiertos uniformemente con cinta adhesiva y tiras de caucho de bicicleta.

Este último material permite que haya un mayor contacto con ambos palos y evita que alguno caiga al piso, hace la función de un imán, pero se requiere de destreza para dominarlo.

Pese a permanecer desde hace más de siete años lejos de su natal Kuna Yala, sueña con un día regresar y enseñarles a sus familiares y amigos todo lo relacionado al arte de la repostería. Uno de los sueños más grandes de este joven es convertirse en un repostero reconocido.

Explicó a DIAaDIA que está ahorrando para tomar un curso de elaboración de dulces, para, de esta manera, levantar una dulcería y enseñarle a su pueblo lo aprendido.

Expresó que hay días que son difíciles, el calor puede llevar a cansar mucho y la lluvia afecta el negocio; las fechas más provechosas son las quincenas, pero hay momentos en los que no se genera mucho.