Refrescante agua de pipa

Mujer luchadora. Para Elva María de Ortega los días ya no parecen ser tan largos como lo fueron a finales del año 2000. En aquel entonces se encontraba en la etapa inicial de su negocio de venta de agua de pipa, una bebida tradicional en Panamá, de sabor dulce.

Durante meses, María se vio obligada a trabajar de lunes a domingo -en ocasiones no tenía descanso-, todo lo hacía para aprender cómo tratar a los clientes y ganárselos poco a poco.

En los años siguientes, muchas fueron las altas y bajas del negocio, dijo María. Sin embargo, gracias a su trabajo y esfuerzo ha logrado adquirir una gran cartera de clientes.

Elva María, madre de tres hijos, sabía que el futuro éxito del negocio era imprescindible para ellos. Ha logrado establecerse como una vendedora respetada y reconocida en San Miguelito, por lo que siempre confía en que a pesar de la mala situación económica del país, hay que dar lo mejor de sí para lograr el éxito.

En un futuro no muy lejano María tiene pensado construir un punto de venta atractivo, en el que la chicha pudiera mantenerse fría y cuyo diseño conservara el aspecto tradicional, pero con algunas innovaciones como un toldo y unas ruedas de bicicleta para diferenciarlo. Además, instruir a un chichero que tenga la edad y una mayor vocación del servicio de venta, con buena presencia.

Para María, la superación es el valor que motiva a la persona a perfeccionarse a sí misma, en lo humano, espiritual, profesional y económico, venciendo los obstáculos y dificultades que se presenten, desarrollando la capacidad de hacer mayores esfuerzos para lograr cada objetivo que se proponga y anima a todos los pequeños comerciantes a que mantengan un espíritu luchador ante las adversidades.