Definitivamente que los cuentos de hadas tienen su final, y a veces no son felices, tal como le sucedió a la tan querida princesa Diana.
Lo que sucede amigos es que hoy se cumplen siete años de la desaparición de Diana, quien murió junto a su novio Dodi Al Fayed y el conductor Henri Paul, en un accidente automovilístico ocurrido en 1997 en París.
Desde ayer, y como todos los años, muchos de sus seguidores colocaron flores frente al Palacio de Kensington, con la única diferencia de que esta vez fue mínima y casi olvidada.
Imagínense que este año no se han organizado actos oficiales para conmemorar la fecha, y los hijos de Lady Di, los príncipes Guillermo, de 22 años, y Enrique, de 19, recordarán a su madre en privado, así lo informó el diario Clarence House, desde la residencia londinense del Príncipe de Gales.
Lo más curioso es que el príncipe Carlos, padre de Guillermo y Enrique, pasará la jornada en el castillo de Birkhall, en Escocia, donde suele disfrutar de sus vacaciones veraniegas. ¡Qué tristeza!
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